2020-2021: Un curso atípico

Finaliza el mes de junio y con él, otro curso más. Debido a las particularidades de un 2020-2021 acaecido durante una pandemia mundial, desde el Chaminade hemos querido reflexionar sobre lo que ha supuesto el curso y sobre lo que hemos vivido en estos nueve meses.

El paso de Filomena por el Chaminade (Foto de Clara Martínez)

El paso de Filomena por el Chaminade (Foto de Clara Martínez)

El curso 2020-2021 es, quizá, uno de los más extraños que hemos vivido en el Colegio Mayor Chaminade. La pandemia de COVID-19 cuestionaba nuestra razón de ser: la presencialidad de quienes buscan aprender viviendo juntos.

El curso 2019-2020 terminaba de forma abrupta y con mucha incertidumbre hacia el futuro: ver los pasillos completamente vacíos durante el mes de abril, ese mes en el que más actividad vivimos, era una estampa inconcebible. Realizar un proceso de selección a distancia, sin que los futuros colegiales pudieran conocer el Colegio, también resultaba inaudito. Hacia el final del trimestre los colegiales pudieron volver, por turnos muy estrictos, para recoger sus pertenencias, despidiéndose en soledad de un edificio mudo.

Pero, si bien no sabíamos qué nos depararía el curso 2020-2021, decidimos no tirar la toalla e hicimos algo que en el Chaminade es muy nuestro: reinventarnos. Con la esperanza de poder abrir nuevamente en septiembre, durante esos meses de interrupción de la actividad, abordamos la adaptación del Colegio al COVID-19. Nuestro objetivo era que, dentro de las restricciones impuestas para hacer del Colegio un espacio seguro, el Chaminade siguiera siendo ese lugar que merece la pena vivir en toda su intensidad.

Despedida de Lesbionadas en el Chamirock (foto de Julio Souto)

Despedida del grupo Lesbionadas durante el Chamirock (foto de Julio Souto)

Esta adaptación al COVID-19 tuvo como punto de partida la Guía COVID-19 para Colegios Mayores elaborada en abril por el Consejo de Colegios Mayores de España junto a Quirón Prevención. Partiendo de este documento, en el CMU Chaminade desarrollamos nuestro propio protocolo de actuación ante el coronavirus, también con la ayuda de Quirón para la adaptación a la realidad de nuestro Colegio. La higiene individual, la limpieza general, la reducción de aforos, la adecuación del comedor y el resto de espacios comunes… estas fueron algunas de las muchas medidas y protocolos con los que tuvimos que acondicionar el Colegio.

Finalmente, llegaron las noticias: el curso universitario 2020-2021 iba a celebrarse entre clases presenciales y clases virtuales. Apostando por la presencialidad, las universidades abrirían sus puertas a los estudiantes y, como no podía ser de otro modo, también lo haríamos desde el Chaminade.

Esto no quiere decir que fuera fácil. Los primeros meses fueron un auténtico reto: el Chaminade estaba empapelado de medidas sanitarias, de restricciones de aforos, de grupos máximos… Se trataba de una situación nueva que jamás se había vivido en el Colegio y a la que todos tuvimos que adaptarnos con rapidez, ya que la incertidumbre y la preocupación ante un brote se respiraban diariamente. Sin embargo, todo el trabajo realizado en los meses de parón trajo sus frutos: en los momentos más complicados supimos cómo actuar y cómo comunicar la situación a la comunidad colegial, a padres y madres, y a los propios trabajadores. Esta comunicación fue, quizá, uno de los pilares más importantes, ya que saber qué estaba ocurriendo y cómo lo estábamos gestionando supuso un alivio tanto para quienes residíamos dentro del Chaminade, como para quienes se encontraban fuera.

Coro del CMU Chaminade tras su concierto

Coro del CMU Chaminade tras su concierto en abril

Esta nueva forma de vivir el Colegio hizo de cada actividad realizada un logro. Tuvimos que apostar por aforos reducidos en las conferencias, por turnos en los conciertos, por la transmisión en vivo de coloquios que anteriormente habían sido únicamente presenciales… Incluso emitimos por streaming la presentación de las Aulas que organizamos cada curso. Aun así la situación nos impidió muchas otras actividades:  fiestas, cenas tertulias, competiciones de rugby…

No fue sencillo y requirió del compromiso de todos y todas, pero valió la pena. Porque a pesar de las medidas, los protocolos y las mascarillas, en este curso hemos vivido grandes momentos. Como la aprobación y puesta en marcha de nuestro Protocolo contra el acoso sexual, sexista y por la identidad de género. O la victoria del equipo de balonmano masculino, campeón del Torneo Deportivo de Colegios Mayores organizado por la Asociación de Colegios Mayores de Madrid. O la premiada Lorca, amor y muerte de la Compañía TUCH, segundo premio del XXXV Certamen de Teatro Universitario y finalista en los Premios Buero de la Fundación Coca-Cola. O tal vez, el simple hecho de haber podido celebrar una vez más el Chamijazz, el Chamiclásico y el Chamirock.

2020-2021 Un curso atípico

Torneo de Carnaval lleno de disfraces DIY (y mascarillas)

El curso 2020-2021 no ha sido un curso habitual, no. Ha sido una experiencia diferente y, en ocasiones, ardua. La aplicación de las normas más restrictivas han generado dificultades, contradicciones y conflictos que se han manifestado en diversas asambleas a lo largo de todo el curso así como en la cartelera colegial. Pero gracias tanto al esfuerzo común, como a la perseverancia y a la labor de los colegiales, de la Mesa Colegial, de los trabajadores y de la Dirección, hemos intentado abordarlo con toda la ilusión, la libertad y el respeto característicos del «Chami».

Esperamos que el próximo curso 2021-2022 nos traiga momentos aún mejores, buscando recobrar esa normalidad que tanto anhelamos.